Mientras su chico regresaba a casa del curro, esta alemana tatuada empezó a tocarse en el sofá, después de haber colocado una cámara en el salón. Quería grabarse con su pareja en plena faena y esperaba que no tuviese problemas en unirse a ella. Nada más verla tan dispuesta y cachonda, saltó a por su coño y le dio igual que la cámara les grabase, dando como resultado una follada casera que no dudaron en compartir con todo el mundo.