Dos amigos fueron a un bar para charlar y tomarse unas copas, pero a lo lejos, una rubia muy zorra empezó a fijarse en ellos. Se acercó a ligar y a flirtear con los dos, dejándoles caer que no le importaría marcarse un trío con ellos. La cosa subió de tono, tanto que ni esperaron en irse a un hotel, dándole a esa zorra sus dos rabos a la vez, en una doble penetración donde abrieron sus agujeritos mientras ella gemía de placer sobre el sofá del local.