Unas amigas de clase le comentaron que había un glory hole en unos baños de un centro comercial y tras escucharlas, esta empollona decidió ir en su busca. Siempre piensan que es muy tímida y parada en cuestión de sexo, pero va a demostrarles que puede ser tan golfa como ella. Por eso cuando al fin da con esos baños, busca ese agujerito y no duda en chupársela a un desconocido bien dotado, sacándole brillo a su rabo y experimentando arcadas, que terminan con su boca llena de lefa.
Categorias: Mamadas
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