Al parecer, el marido de esta gorda ha perdido interés en ella, debido al trabajo y sobre todo porque ella ha perdido su esbelta figura. La chica anda un poco harta y necesita sexo sea como sea, por lo que decide ponerle los cuernos en cuanto tiene la oportunidad. Así que coge el teléfono y llama a un amigo de toda la vida, que acude a su casa dispuesto a darle esa ración de polla que tanto necesita y que como vemos, tanto termina agradeciendo.
Categorias: Gordas
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