Aunque tenía que preparar la cena, cuando la esposa rusa de este tipo se lo encontró cachondo perdido, no quiso dejarlo así. Viendo lo dura que tenía la polla, no tuvo más remedio que aprovechar el momento y darle placer. Siempre se muestra muy dispuesta a complacerle y lo hace a base de mamadas muy bestias junto al horno, comiéndose su cimbrel con ganas y de un modo muy sensual, dejando claro que a la hora del sexo oral es toda una profesional.