No es que estuviese haciendo algo malo, pero cuando este tipo vio a la joven colegiala que vive a su lado en la piscina y con una barca, quiso «castigarla» por usar lo que no es suyo. La metió en casa y acabó azotando su culito, hasta ponerla muy cachonda. Lo que vino después ya es de suponer, un polvazo con esa chica minúscula, que recibió en su coño el mayor rabo de su vida y que la llevó a correrse varias veces a cuatro patas en el sofá.
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