Tras un paseo con su novia brasileña, este chico vio como la chavala empezaba a tocarse en el coche. Estaba claro que la morena tenía ganas de un buen revolcón, así que aceleró y volvieron a casa directos a la cama. La chica llegó y en seguida se zampó su rabo, para luego ponerse a cuatro patas y recibir los pollazos de su pareja, que se empleó a fondo hasta rellenarle el coño.
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