Tras pasar cerca de un restaurante, este chico se fijó en una cocinera muy guapa y empezó a charlar con ella. Quiso convencerla para que posase para él ligerita de ropa y para ello, acabó ofreciéndole un buen fajo de billetes. La morena aceptó y terminó enseñando sus enormes pechotes, algo que puso al chaval muy cachondo. Así que en ese momento decidió doblar la apuesta y por unos billetes más, quiso que se la chupase y terminaron follando en la cocina, grabándolo todo en primera persona hasta correrse en sus ubres.
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