Con su esposa a cuatro patas y su coño en posición, este tipo se preparó para darle placer como a ella más le gusta. Se relajó mientras cogía lubricante y dejaba su coño mojadito, el cual pajeó con sus manos hasta regalarle una sesión de fisting vaginal. Fue un gustazo para la rubia, aunque no tanto como cuando pudo sentir como su marido le metía la polla por detrás y se daba un festín abriéndole el culo hasta el fondo.
Categorias: Anal
10:21