Uno puede pensar que esta rubia gordita es un ángel que jamás haría nada malo, pero lo cierto es que no es así. Desde que subió de peso, su chico apenas la toca y anda muy necesitada últimamente. Por eso ha decidido engañarle con uno de sus amigos y en cuanto ha salido a currar, la muy golfa ha invitado al chaval a casa, para montar sobre su rabo y volver a sentir un buen orgasmo en un polvete.
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