Antes de irse a la cama juntos, esta morena notó a su chico más cachondo de lo normal y aunque no tenía ganas de sexo, no quiso dejarlo así. Así que decidió echar mano de su rabo y regalarle una buena mamada casera, sacándole brillo a su rabo como solo ella sabe hacerlo. Cuando el chaval ya no pudo más, se corrió en su boca y como no, ella al final se lo traga todo y se va a la cama contenta y con el estómago lleno.
Categorias: Mamadas
04:45