No soy tonta y se que uno de los amigos de mi hijo bebe los vientos por mi… o más bien por mis pechotes. Siempre se fija en mi delantera, sobre todo cuando voy escotada y una tarde, acabé tanteando el terreno con él. Le quité la camiseta y dejé que jugase con mis ubres, hasta ponerle tan cachondo que finalmente no pudimos evitar darle al sexo, sin que mi hijo supiese lo más mínimo.
Categorias: Maduras
06:20