Los padres de esta universitaria salieron de casa pensando que la chica se iba a quedar a estudiar con su compañero de facultad. Pero cuando ambos se quedaron a solas, el mulato no pudo evitar meterle mano y como no, ella se dejó llevar. Pronto dejaron los libros y se quitaron la ropa, para acabar en pelotas y disfrutando de una follada interracial, donde la joven estudiante se corrió como nunca gracias al inmenso rabo de ese negro tan bien dotado.