Había oído rumores sobre su vecina tetona, hablando de que se la pega a su marido en cuanto tiene la oportunidad. La verdad es que no le hizo mucho caso y por eso, fue tranquilamente a su casa ya que le había pedido un favor. No sabía de que se trataba pero pronto lo supo, ya que la rubia empezó a flirtear con él y cuando sacó sus pechotes a pasear, el tipo no pudo negarse a meterle un buen polvete.
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